Eva empezó queriendo arreglar muchas cosas y termino aceptándose como es, mostrando su verdad al grupo, empoderada y orgullosa de sí misma.
Llegué con muchas “autoquejas”, muchas expectativas de cosas que con el curso quería «arreglar» de mi.
Y lo más significativo del curso es que salgo sin arreglar muchas de esas quejas, pero sin embargo salgo aceptándolas, mirándolas con mucho cariño e incluso algunas hasta alabándolas. Curioso.
El curso me ha hecho ver que lo que yo pensaba que era malo o estaba mal, en realidad no lo es. Y que cuando te rodeas de personas que te miran con amor, con cariño, y delante de ellos te descorazas y te sientes vulnerable, te das cuenta que no pasa nada, que esta todo bien. Por lo que es más importante no intentar corregir o esconder esa vulnerabilidad de mostrar mis sentimientos, de mostrarme tal cual soy, sino precisamente la clave es en no dar “poder” al ojo externo, porque solo así no habrá nada que arreglar.
Quiero trasladar esa sensación al mundo real, esa lección que gracias al grupo y a Ferran me han hecho ver, al final quitar el poder al ojo externo es ganar fuerza yo! En realidad creo que esa semilla ya ha empezado a crecer dentro de mí.
Y cuando el ojo externo soy yo misma, aprender a hablarme bien, con el mismo cariño que el grupo me miraba cuándo me exponía, y juzgarme desde ese lugar, no desde la crueldad que estaba acostumbrada antes.
Porque al final lo que esta bien o esta mal SOLO depende del enfoque que yo le quiera dar! El poder reside en mí.
Así que escribir todo esto me da una serenidad y una paz conmigo misma, que me alegra haber pasado por esta experiencia y llegar a esta conclusión, la de que no había nada que arreglar!
Estoy incluso hasta orgullosa! Muy agradecida al grupo y Ferran! En fin Feliz!